Si te duelen los dientes al respirar el aire frío del invierno puedes tener sensibilidad dental

Estamos pasando lo más duro del invierno. Acabamos de despedir una ola de frío siberiano y, seguramente, de aquí a que empiece la primavera sufriremos algún fenómeno parecido. Lluvia, viento, nieve y, sobre todo, frío que no afecta a todo el mundo por igual. Por ejemplo, ¿sabías que hay personas que experimentan dolor o molestias en los dientes al respirar el aire frío? ¿Eres una de ellas? Mucho nos tememos que puedes padecer sensibilidad dental. ¿Quieres conocer algo más de esta afección? Te invitamos a seguir leyendo.

La sensibilidad dental, o también conocida como hipersensibilidad dentinaria, se caracteriza por producir a quien la sufre dolores intensos puntuales en una o varias piezas dentales. La razón es que una parte de la dentina del diente queda al descubierto. La dentina es la capa más cercana a la cámara pulpar y comparte con esta la sensibilidad. Es decir, dentina y pulpa están comunicadas por terminaciones nerviosas que responden de manera exagerada a estímulos como alimentos o bebidas frías, calientes, ácidas, dulces; presión táctil y, en algunos casos, al exhalar aire excesivamente frío.   

Afecta a 1 de cada 7 personas adultas y tiene la doble capacidad de provocar y esconder algunas patologías bucales más peligrosas como caries, gingivitis, periodontitis, problemas ortodónticos o de movilidad dental. ¿Por qué decimos que la sensibilidad dental puede provocar y, a la vez, esconder otras afecciones? 

  • Una de las funciones de las encías es recubrir y proteger nuestros dientes, concretamente, toda su parte más sensible. Si un paciente presenta parte de la dentina al aire es que la encía no está haciendo su trabajo porque, por ejemplo, hay una gingivitis o periodontitis en curso. En este caso estaríamos hablando de que la sensibilidad dental actúa como un chivato o es el efecto de otra infección.
  • Lo mismo ocurre con una caries avanzada que ya afecta a la dentina. La hipersensibilidad dental será también una consecuencia de esa caries sin tratar.
  • También puede estar tapando la necesidad de comenzar un tratamiento de ortodoncia. Si tenemos los dientes torcidos o amontonados es muy probable que algún diente tenga la dentina desprotegida.
  • Por otra otra parte, hay algunas causas externas que pueden provocar sensibilidad dental o agravarla. Entre las más importantes, podemos citar el consumo excesivo de bebidas ácidas que atacan y debilitan nuestro esmalte dental.
  • La movilidad dental también provoca sensibilidad dental por una razón lógica. Si la pieza dental no está bien anclada en su sitio es mucho más fácil que estímulos como el frío, calor o ciertos sabores impacten directamente con la dentina. En ese sentido, un grupo de riesgo son las personas que padecen bruxismo ya que suelen presentar piezas dentales astilladas o desplazadas debido a la fuerza con la que rechinan.

Si el paso del aire frío por tu boca te produce dolor y notas que en invierno se agrava esta desagradable sensación, lo mejor es taparse bien toda la zona con una bufanda y acto seguido venir a visitarnos para hacerte una revisión completa e indicarte el tratamiento más adecuado. La sensibilidad dental puede tener solución si logramos dar con la cuestión de fondo y pautamos unos hábitos de alimentación y limpieza adecuados.