Piorrea: Cómo identificarla y prevenir el daño irreversible en tus encías

La piorrea, también conocida como periodontitis avanzada, es una enfermedad bucodental que afecta a los tejidos que rodean y sostienen los dientes. A menudo comienza como una gingivitis no tratada, pero puede evolucionar hasta causar la pérdida de las piezas dentales si no se aborda a tiempo. En España, esta patología es más común de lo que se piensa, especialmente en adultos mayores de 35 años.

¿Qué provoca la piorrea?

La piorrea tiene múltiples causas, aunque la higiene bucal deficiente es el principal detonante. Cuando no se eliminan los restos de comida y la placa bacteriana con un cepillado adecuado y el uso de hilo dental, las bacterias proliferan. Con el tiempo, estas bacterias producen toxinas que inflaman y destruyen los tejidos gingivales y óseos.

Además de una higiene insuficiente, existen otros factores que pueden agravar el riesgo, como la predisposición genética, enfermedades crónicas como la diabetes o la osteoporosis, el estrés y el consumo de tabaco o alcohol. Incluso ciertos medicamentos que afectan a las encías pueden aumentar la probabilidad de desarrollar piorrea.

Síntomas que alertan de la presencia de piorrea

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Detectar esta enfermedad en sus primeras etapas puede marcar la diferencia. Algunos de los síntomas más comunes incluyen el sangrado espontáneo de las encías, especialmente al cepillarse, la inflamación o hinchazón, el enrojecimiento y un mal aliento persistente (halitosis). A medida que avanza, pueden aparecer bolsas periodontales (espacios entre los dientes y las encías) y movilidad dental, lo que pone en riesgo la estabilidad de las piezas dentales.

Otro indicio que no debe pasarse por alto es la retracción de las encías, que expone las raíces de los dientes y puede causar sensibilidad al frío, al calor o a ciertos alimentos.

¿Es la piorrea contagiosa?

La piorrea no es directamente contagiosa, pero las bacterias responsables de su aparición pueden transmitirse a través de la saliva. Esto significa que compartir utensilios o tener contacto oral estrecho con una persona afectada podría facilitar el paso de bacterias de una boca a otra. Sin embargo, es importante recordar que no todas las personas expuestas desarrollarán la enfermedad. Factores como la fortaleza del sistema inmunológico, la higiene bucal y la genética desempeñan un papel clave en la susceptibilidad individual.

Tratamientos disponibles para la piorrea

El tratamiento de la piorrea tiene como objetivo controlar la infección y detener la progresión de la enfermedad. La primera etapa consiste en una limpieza profesional profunda, conocida como raspado y alisado radicular. Este procedimiento elimina el sarro acumulado bajo las encías y alisa las raíces dentales para dificultar la acumulación futura de bacterias.

En casos más avanzados, puede ser necesaria una cirugía periodontal para reducir las bolsas periodontales y reparar los daños en los tejidos afectados. Además, algunos pacientes pueden requerir el uso de antibióticos específicos para eliminar las bacterias más resistentes.

El éxito del tratamiento no depende solo de los procedimientos realizados en la consulta dental. Es fundamental que el paciente adopte hábitos de higiene rigurosos, utilizando técnicas adecuadas de cepillado, hilo dental y enjuagues bucales recomendados por su dentista.

Cómo prevenir la piorrea y mantener la salud de tus encías

Prevenir la piorrea es posible con medidas sencillas pero efectivas. La clave está en mantener una higiene bucal constante y de calidad. Cepillarse los dientes al menos dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves, utilizar hilo dental y realizar limpiezas profesionales periódicas son acciones esenciales.

También es recomendable adoptar una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, que contribuya a fortalecer las encías. Evitar el tabaco y el alcohol es crucial, ya que ambos aumentan significativamente el riesgo de enfermedades periodontales.

Las visitas regulares al dentista para revisiones y limpiezas son indispensables para detectar problemas en etapas tempranas y evitar complicaciones graves. En el caso de personas con antecedentes familiares de periodontitis, estas revisiones adquieren aún más relevancia.

Conclusión

La piorrea es una enfermedad periodontal seria que no debe ser ignorada. La buena noticia es que, con hábitos adecuados y atención profesional, es posible prevenirla y controlar su avance. Visitar al dentista regularmente, mantener una higiene bucal rigurosa y adoptar un estilo de vida saludable son pasos clave para proteger tu sonrisa y tu salud general.

Cuidar tus encías es una inversión en tu calidad de vida. Si sospechas que puedes tener piorrea o cualquier otro problema bucal, no dudes en consultar con un especialista. Un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia entre conservar tus dientes o enfrentarte a su pérdida.

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