Movimientos de nuestra mandíbula y problemas que se pueden generar

mandíbula

La mandíbula es a lo que nos referimos como el conjunto de huesos que sostiene cada una de tus piezas dentales. Es un hueso móvil, ya que de lo contrario no podríamos masticar, hablar… y, por ello, es capaz de realizar múltiples movimientos en prácticamente todas las direcciones del espacio.

La mandíbula se une al resto de huesos de la cara a través de una articulación conocida como temporomandibular. Es en este lugar donde se pueden generar algunos problemas que pueden acabar ocasionando la conocida como maloclusión mandibular.

También puede haber otra clase de problemas de mordida por la propia posición de los huesos del cráneo, como iremos desgranando a continuación.

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La sobremordida

En este caso, al producirse la oclusión dental tu hilera dental superior no será capaz de cubrir a la inferior.

Se produce normalmente porque el maxilar, el hueso que se encuentra aguantando a la dentadura superior, se encuentra avanzado con respecto a la mandíbula.

Esto producirá un problema no solo estético sino también funcional, ya que podrán existir dificultades para llevar a cabo una correcta masticación.

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Alteraciones sobre la articulación temporomandibular

Como te habíamos avanzado previamente, muchos de los problemas de la mandíbula tienen su origen en esta articulación.

Este lugar actúa como una bisagra que se desliza entre el cráneo y la mandíbula. Es muy flexible, por lo que puede puede moverse en todas las direcciones del espacio, hecho que también puede provocar afectaciones sobre tu mordida.

El estrés y la ansiedad

Esta articulación sufre mucho ante situaciones de estrés, especialmente por las noches en las que se puede llegar a producir bruxismo.

El bruxismo provoca una mayor tensión y presión sobre la mandíbula, así como el típico rechinado de dientes que muchas personas hacen durante la noche. Lo que esto provocará será dolor sobre tu boca, especialmente en la zona articular.

Intenta evitar estos episodios de estrés porque, como puedes ver, tu mandíbula también lo pagará.

Dislocaciones

Puede ser que presentes una mayor laxitud ligamentosa, lo que te predispone a sufrir dislocaciones de cualquier tipo de articulación, entre ellas la mandibular.

Lo que ocurre en estos casos es que al abrir la boca, puedes desencajar la articulación, por lo que serás incapaz de volver a cerrarla hasta que vuelva nuevamente a su posición correcta.

Las dislocaciones también están favorecidas por el amplio rango de movimientos que tiene la articulación temporomandibular.

Dificultades masticatorias

Algún cambio en tu mordida puede llegar a provocar problemas en la masticación, lo que repercutirá en tu articulación mandibular ya que no estará acostumbrada a esa posición al producirse la oclusión dental.

Deslizamiento del disco articular

Este problema suele venir acompañado de un síntoma bastante frecuente como son los chasquidos o clics tanto en la apertura como en el cierre mandibular, que pueden o no ser dolorosos.

No se suele hacer nada en estos casos, ya que no tiene apenas repercusión clínica. Si presenta dolor, sí que debería ser estudiado en mayor profundidad para descartar algo más grave que pudiera suceder.

Como ves, hay varios problemas que pueden darse en tu mandíbula. Cuídala y préstale la merecida atención y responderá siempre.