[vc_row][vc_column el_class=”txtcenter”][vc_empty_space][trx_image url=”2058″][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Quizás sólo conoces el término de oídas por lo que, la verdad, te felicitamos. Eso quiere decir que tienes una salud bucodental al menos bastante controlada. La endodoncia es un tratamiento cuya misión principal es evitar la extracción de una pieza dental con una caries grave y profunda que ya ha afectado al nervio del diente. Es, por así decirlo, la última solución que tenemos para alargar la vida de un diente natural y no tengas que decidir entre dejar el hueco vacío en tu boca o colocarte un diente artificial a través de un implante dental.
En cualquier caso, no queremos sonar negativos porque en realidad con una endodoncia salvamos un diente y esto siempre es positivo. Si has venido a nuestra consulta o te han dicho que necesitas hacerte una, te aconsejamos que sigas leyendo porque vamos a despejarte las dudas principales sobre esta técnica.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space][ultimate_heading main_heading=”Por qué necesitas una endodoncia” main_heading_color=”#f28341″ alignment=”left” main_heading_style=”font-weight:bold;” main_heading_margin=”margin-bottom:20px;”][/ultimate_heading][vc_column_text]Lo que popularmente se conoce como el nervio del diente, en Odontología lo denominamos pulpa. Alberga tejidos nerviosos y vasos sanguíneos y es por eso que en esta fase de la caries es cuando los pacientes comienzan a sentir fuertes dolores incluso con presencia de flemones y abscesos. Por darte una descripción más gráfica, la caries es una infección silenciosa que avanza desde la parte más externa de la pieza dental y la va poco a poco horadando hasta llegar a su corazón: la pulpa. Junto a los dolores, el diente enfermo suele volverse sensible al frío, el calor o la masticación. Ese ‘latigazo’ intermitente o constante nos complica mucho una vida normal por lo que suele ser el punto de partida de muchas consultas.[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space][ultimate_heading main_heading=”Otras razones para hacerte una endodoncia” main_heading_color=”#f28341″ alignment=”left” main_heading_style=”font-weight:bold;” main_heading_margin=”margin-bottom:20px;”][/ultimate_heading][vc_column_text]Aunque suele ser la principal razón, lo cierto es que cierto tipo de traumatismos y lesiones endoperiodontales suelen requerir una endodoncia para no tener problemas más graves en un futuro.[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space][ultimate_heading main_heading=”En qué consiste el tratamiento” main_heading_color=”#f28341″ alignment=”left” main_heading_style=”font-weight:bold;” main_heading_margin=”margin-bottom:20px;”][/ultimate_heading][vc_column_text]Para eliminar el tejido dañado tenemos que acceder a la cámara pulpar de tu diente. Para ello, previamente te daremos anestesia local para que estés tranquilo y relajado en lo que dura el tratamiento. La endodoncia es una técnica ampliamente probada por lo que no tienes que tener ningún miedo. No sentirás dolor y, en la mayor parte de los casos, se realiza en una sola sesión. Una vez dentro de la cámara pulpar, nos encargaremos de limpiar bien toda la zona y de reconstruir de nuevo el diente. En unos pocos días, podrás masticar y habrás dicho adiós a los dolores.[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space][ultimate_heading main_heading=”Duración de una endodoncia” main_heading_color=”#f28341″ alignment=”left” main_heading_style=”font-weight:bold;” main_heading_margin=”margin-bottom:20px;”][/ultimate_heading][vc_column_text]Como en todos los tratamientos odontológicos, la duración de los mismos depende mucho de los cuidados y hábitos de limpieza de cada persona. Evidentemente no mantener una buena higiene, comer cosas demasiado duras o usar los dientes como si fuesen pinzas o abrelatas, pondrá en peligro toda tu dentadura. Por lo demás, una endodoncia nos permite mantener intacto el hueso y la encía, así como la funcionalidad del diente. Podrás sonreír y comer con comodidad y, si la reconstrucción está bien realizada, un diente endodonciado ni tiene por qué ser más frágil que los demás ni por qué darte nuevos problemas.[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row]