[vc_row][vc_column][vc_empty_space][trx_image url=”1765″][vc_empty_space][vc_column_text]Como ya sabrás la alimentación es fundamental para nuestra salud en general. Somos lo que comemos, dice la frase popular. Lo que quizás no tienes tan claro es que una mala dieta también influirá en tus dientes. Por ejemplo, una ingesta excesiva de azúcares y pobre en fruta y verdura te acercará peligrosamente al enemigo número 1 de tu dentadura: las caries.
Desde Bayo Martín hemos hecho una recopilación de las vitaminas más indicadas para tener una buena salud bucodental. Sobra decir que, en este caso, lo que es bueno para tus dientes, lo es también para el resto de tu cuerpo. Así mismo, podrás ver qué efecto tendrán sobre tus dientes la falta de estas vitaminas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space][trx_title type=”3″ color=”#f28341″]Vitamina A[/trx_title][vc_empty_space][vc_column_text]Ayuda a la formación de los dientes, así como a su correcto mantenimiento. Por tanto, su consumo es especialmente importante en la infancia. También refuerza el sistema inmunológico y te protege frente a infecciones. Su falta hará que tengas más propensión a sufrir caries y todo tipo de infecciones en boca.
Las frutas que en su interior tienen color amarillo y/ o naranja son ricas en vitamina A. Tienes muchas opciones como el pomelo, mango, melón, naranja, limón, melocotón, mandarina, albaricoque o papaya.
Verduras como el brócoli, espinacas y lechuga u hortalizas como la zanahoria, calabaza y calabacín también son una buena opción.
Otros alimentos ricos en vitamina A son la carne de res, huevos, lácteos y pescados azules como el atún o el salmón.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space][trx_title type=”3″ color=”#f28341″]Vitamina B2[/trx_title][vc_empty_space][vc_column_text]También conocida como riboflavina. Su deficiencia está relacionada con la aparición de úlceras bucales o labiales y alteraciones en las mucosas de la boca. Un dato a tener en cuenta es que esta vitamina se destruye en contacto con la luz por lo que si, por ejemplo, guardas nueces en un tarro de cristal, procura que no le de el sol directamente o no cumplirá su función. Favorece el crecimiento, ayuda a la producción de glóbulos rojos y mantiene piel, cabello y uñas fuertes.
Los lácteos son ricos en vitamina B2, así como carnes magras sin demasiada grasa tipo pollo o pavo. También puedes encontrarla en huevo, vísceras como hígado o riñón y verduras y hortalizas de hoja verde. Frutos como el aguacate o frutos secos como las nueces también pueden ser una opción.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space][trx_title type=”3″ color=”#f28341″]Vitamina B12[/trx_title][vc_empty_space][vc_column_text]En general, todo el grupo vitaminas del grupo B están relacionadas con la producción de nuevo tejido gingival, es decir, que favorece la salud de tus encías. Una dieta pobre en vitamina B12 puede agravar una gingivitis o periodontitis ya existente. A medida que cumplimos años, nuestro cuerpo va perdiendo la capacidad de absorver la vitamina B12 de los alimentos por lo que es especialmente importante el cuidado y revisión bucodental en personas mayores.
Te será más fácil encontrar vitamina B12 en alimentos de origen animal como la carne de vaca, pechuga de pollo, el hígado de cerdo o el cordero. También moluscos como las almejas y pescados como el salmón, sardina y atún. No te olvides de lácteos (leche y queso, principalmente) y huevos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space][trx_title type=”3″ color=”#f28341″]Vitamina C[/trx_title][vc_empty_space][vc_column_text]La vitamina C ni se produce en el cuerpo ni se almacena en él por lo que es muy importante tomar un aporte diario. Es básica para un normal desarrollo del cuerpo en general y su falta puede estar relacionada con encías sangrantes, aparición de gingivitis, predisposición a infecciones bucales y problemas de cicatrización en heridas.
Las frutas son las reinas de la vitamina C y la encontrarás en mayor medida en naranja, limón, pomelo, mandarina, fresas, kiwi, piña, sandía, frambuesas, entre otras. Te damos un consejo: si puedes, consúmelas crudas para aprovechar al máximo sus propiedades. Las verduras como las patatas, pimientos rojos y verdes, tomates, coliflor o nabo son buenísimas elecciones también.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space][trx_title type=”3″ color=”#f28341″]Vitamina D[/trx_title][vc_empty_space][vc_column_text]Lo cierto es que hay muy pocos alimentos que contengan vitamina D de manera natural, aunque sea un elemento clave en el desarrollo de los huesos. Su papel principal es ayudar al cuerpo a absorver el calcio y la única manera que tiene nuestro cuerpo de producir esta vitamina es la exposición al sol (con moderación, claro está). Se calcula que con 10 o 15 minutos al sol tres veces por semana tenemos las ‘reservas’ cubiertas. Un organismo con deficiencia de vitamina D contribuye, por ejemplo, a un retraso en la salida de los dientes definitivos, un mayor riesgo de sufrir caries y, en general, unos dientes más débiles.
Como según donde vivas, quizás no es tan sencillo tomar un poquito el sol, te recomendamos la ingesta de pescados grasos como el atún, salmón, caballa o sardina. También hígado de res, queso, yema de huevo, setas y champiñones pueden ayudarte.[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row]