Casi nadie quiere renunciar ya a tener una boca sana y una sonrisa armónica. Para ello, en ocasiones hay que pasar por un tratamiento de ortodoncia que solucione primero los problemas de oclusión y restablezca la alineación correcta de los dientes. Lo que quizás no todos quieran es que ese tratamiento sea visible para los demás. Cada vez más pacientes nos preguntan qué posibilidades tienen de llevar su ortodoncia de la manera más discreta posible.
Por eso, hemos hecho una pequeña infografía con los tipos de ortodoncia disponibles, según su visibilidad. Sin duda, la mejor opción si no quieres que nadie te pregunte es la ortodoncia invisible. Este tipo de ortodoncia es cada vez más demandada porque ofrece una discreción casi total al basarse en una serie de alineadores o férulas casi transparentes que van renovándose a lo largo del tratamiento. Además, tiene un plus de comodidad importante ya que podrás quitártela para comer o limpiarte los dientes.
La segunda elección más discreta es la colocación de brackets en la cara interna de los dientes. Es también conocida como la ortodoncia de incógnito ya que permite llevar la ortodoncia sin que mucha gente lo note. Los brackets están realizados en una aleación que incluye el oro y, por eso, suele ser la opción más cara dentro de los tratamientos ortodónticos.
En cualquier caso, si no te causa ningún problema estético o psicológico el hecho de que todo el mundo sepa que llevas ortodoncia, tu elección sin duda son los brackets a la vista que van en la cara externa de los dientes. Los hay metálicos y algo más disimulados en záfiro o cerámica. Continúa siendo la opción más elegida y económica.
