El cuidado de tu boca debe ser minucioso, por eso los especialistas en salud bucodental recomiendan utilizar diariamente hilo dental. Su uso te permite mantener una mayor limpieza donde el cepillo de dientes no llega. Pero es necesario saber aplicarlo correctamente para lograr un máximo beneficio.
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Los beneficios del uso del hilo dental
Cuando te limpias los dientes con tu cepillo habitual, suelen quedar espacios a los que no llegan las cerdas del mismo. Es ahí donde suelen proliferar bacterias, acumulándose el sarro que, poco a poco, va afectando a la encía y a las piezas dentales.
Si usas el hilo correctamente podrás eliminar los restos de comida que se acumulan entre los espacios de los dientes. Las partículas que no conseguimos limpiar son las causantes de la placa bacteriana, que favorece la caries.
Prevenir las enfermedades bucodentales está en tu mano, y solo necesitas un sencillo gesto, como es el uso del hilo para la limpieza dental. Lo siguiente que debes hacer es seguir unos pasos sencillos que te harán lucir una sonrisa envidiable y libre de caries.
Pasos para una limpieza dental adecuada
Para acabar definitivamente con esos restos de comida que pueden producirte problemas bucodentales futuros, deberás tener en cuenta estos pasos para usar correctamente el hilo de limpieza dental:
1. Antes que nada, debes elegir el tipo de hilo. Tu dentista te puede aconsejar uno de estos dos tipos: de nylon o PTFE.
La ventaja del nylon es que lo puedes encontrar encerado, ayudando así a deslizarse de forma más sencilla entre los espacios dentales. El inconveniente es que se puede desarmar fácilmente.
Por su parte, el hilo monofilamento (PTFE), al componerse de una hebra, es más resistente, además de fino, con lo que consigue llegar a los huecos más estrechos.
2. Calcula alrededor de 45 centímetros, enrollando la mayor parte en el dedo anular de una mano, mientras que con la otra, en los dedos índice o pulgar, estiras el hilo. Para la limpieza debes dejar libres entre 3 a 5 centímetros.
3. Desliza el hilo con suavidad entre los dientes, de arriba a abajo. Cúrvalo en torno a la base de cada diente, con el fin de que pase por la encía. No fuerces demasiado el hilo, tratando cuidadosamente la zona, sin golpearla, ya que podrías cortarte y hacerte daño.
4. Ve deslizando el hilo entre tus dedos, a medida que lo empleas entre los dientes, para que así vayas cambiando las zonas usadas por las limpias a utilizar.
5. Cuando extraigas el hilo de los dientes, hazlo con suavidad, del mismo modo como te los limpiaste, hacia abajo y hacia arriba, hasta que consigas sacarlo definitivamente.
Esta explicación te va a quedar mucho más clara con este vídeo que nos lo cuenta de una forma mucho más gráfica:
Siguiendo estas indicaciones te aseguras una boca libre de placa bacteriana y consigues prevenir las caries.
La limpieza con hilo dental debe formar parte de tus hábitos diarios, ya que es un complemento del cepillado para lucir una sonrisa bonita. Recuerda que debes visitar a tu dentista de forma periódica, para que te haga un seguimiento en tu salud bucodental.
