¿Cómo afectan las hormonas a tu salud bucodental?

[vc_row][vc_column el_class=”txtcenter”][vc_empty_space][trx_image url=”2109″][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Seguramente ya sabes que el ciclo vital femenino implica grandes cambios hormonales. Lo que quizás no conozcas es que estas variaciones afectan también a la salud de la boca y los dientes.
¿Cuál es la razón? Básicamente, el incremento en el nivel de estrógenos y progesterona provoca un mayor flujo de sangre a las encías haciendo que puedan estar más sensibles. Si a esto unimos una pobre higiene dental con acumulación de placa bacteriana entre los dientes o bajo la línea de las encías, tendremos como resultado la aparición de gingivitis, una infección de tipo leve que hace que las encías se inflamen y sangren.

De no tratarse adecuadamente, la gingivitis puede derivar en una periodontitis, una infección grave que destruye el diente y sus estructuras, además de estar relacionada con procesos cardíacos y diabético.

No obstante, hoy vamos a centrarnos en los diferentes tipos de gingivitis que puede sufrir una mujer en diferentes etapas de su vida debido precisamente al importante papel que tienen las hormonas:[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][ultimate_heading main_heading=”Gingivitis puberal ” main_heading_color=”#f28341″ heading_tag=”h3″ alignment=”left” main_heading_style=”font-weight:bold;” main_heading_margin=”margin-bottom:30px;”][/ultimate_heading][vc_column_text]Durante la pubertad es habitual la aparición de la gingivitis puberal debido al aumento de las hormonas femeninas, aunque no suele ir ligado a un incremento de la placa bacteriana. Aun así, al aumentar el flujo sanguíneo las encías tienden a inflamarse y sangrar. Por suerte, este estado suele ser transitorio y fácilmente reversible tras la pubertad.[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][ultimate_heading main_heading=”Gingivitis menstrual” main_heading_color=”#f28341″ heading_tag=”h3″ alignment=”left” main_heading_style=”font-weight:bold;” main_heading_margin=”margin-bottom:30px;”][/ultimate_heading][vc_column_text]De igual manera, los cambios hormonales antes y durante la menstruación pueden afectar a la salud bucodental dando lugar a la gingivitis menstrual. Pueden causar sangrado e inflamación de las encías, además de pequeñas úlceras en la parte interna de la boca.[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column el_class=”txtcenter”][vc_empty_space][trx_image url=”2112″][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][ultimate_heading main_heading=”Gingivitis gravídica” main_heading_color=”#f28341″ heading_tag=”h3″ alignment=”left” main_heading_style=”font-weight:bold;” main_heading_margin=”margin-bottom:30px;”][/ultimate_heading][vc_column_text]Otro de los momentos en el que las hormonas se encuentran en un estado de hiperactividad constante es durante el embarazo. Su papel es especialmente importante ya que las alteraciones más típicas de este periodo afectan directamente al sistema inmune y a los vasos sanguíneos de la zona periodontal por lo que es muy habitual encontrar la gingivitis del embarazo (o gravídica) en muchas mujeres.

Al verse tan afectada la zona bucal durante la gestación es importante tratarla para evitar repercusiones en la salud del bebé. Diversos estudios relacionan la periodontitis en mujeres embarazadas con partos prematuros. En nuestra consulta, siempre insistimos en que no hay que dejar de ir al dentista durante el embarazo. Visitarnos y recibir tratamiento en esos nueve meses es una práctica 100% segura tanto para la madre como para el bebé.[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][ultimate_heading main_heading=”Gingivitis posmenopaúsica” main_heading_color=”#f28341″ heading_tag=”h3″ alignment=”left” main_heading_style=”font-weight:bold;” main_heading_margin=”margin-bottom:30px;”][/ultimate_heading][vc_column_text]La cantidad de hormonas sexuales se reduce durante la menopausia y con ello se dan alteraciones bioquímicas tanto en el tejido pulpar como en la saliva que pueden provocar trastornos como la gingivoestomatitis posmenopáusica. La mejor estrategia para combatir las enfermedades periodontales en esta etapa de la vida se basa en la prevención mediante una higiene correcta (con cepillado tras cada comida y uso de colutorios) y una revisión anual para chequear la boca. El hecho de que lleguemos a mayores no puede querer decir que abandonemos nuestros buenos hábitos de limpieza.[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row]

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